La rastra es un tipo de cinturón que usan los argentinos y está de una piel tan suave como culo de princesa; está adornada con todo lo que sea valioso: medallas, monedas antiguas y de oro, y asà por el estilo. Por lo que las rastras son muy caras; entre más vieja sea la rastra más valiosa y entre más adornos tenga más cara.
Pues habÃa un tipo que tenÃa una rastra muy fregona y ahà iba montado en su caballo:
"Tucutu tucutu tucutu..."
Iba por las Pampas y como ya estaba cayendo el sol se dijo:
"Aquà voy a hacer un alto".
Y entonces hizo un alto, paró a su caballo, se acostó y se durmió. Al dÃa siguiente, cuando despertó, la rastra ya no estaba... Se levantó rápido, cogió su caballo y se fue veloz al próximo pueblo y llegó directo a la cantina; afuera dejó su caballo, se metió y ¡zaz!, vio a un gaucho hijo de su Pink Floyd con la rastra de él puesta.
Furioso se acercó al ladrón; se paró junto a él y le dijo:
"Linda rastra".
"Oh sÃ, linda, ¿eh? Linda de verdad".
"Oiga ¿y debe de ser cara?"
"CarÃsima, mi linda rastra".
"Oiga ¿y las monedas son auténticas?"
"Y bueno, claro que son auténticas".
"Como la puta que lo parió, que rastra, linda... Oiga ¿y usted la compró?"
"Oh, y bueno, yo no tengo dinero para comprar una cosa de éstas".
"Pues ¿y entonces?"
"Pues se la robé a un pendejo que estaba dormido en el camino... ¡y todavÃa me lo cogà al puto!"
Y dice el otro:
"Linda rastra... Linda..."
- Colaboración de: Leonardo Fernández -
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