Esto sucede en un colectivo de la ciudad de Buenos Aires. En una de las paradas sube una señora con sus siete hijos y ve que no hay lugar; de repente, al final del colectivo ve a un tipo estirado ocupando cuatro asientos y la señora le dice:
"Señor, si usted encogiera las piernas un poco habrÃa lugar para todos."
A lo que el señor le responde:
"SÃ, pero si usted hubiera cerrado las piernas también habrÃa lugar para todos..."
- Colaboración de: Rama -
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